Peor que los amores.

La amistad cuando se habla de amistad verdadera es peor que una relación de pareja. Es cuando las necesidades de uno son las prioridades del otro, cuando convives con esa persona aunque ni siquiera viva en tu casa, donde la confianza forma la estructura de un inmenso castillo y donde a veces da hasta asco. Cuando no hacen falta palabras para saber que le pasa a la otra persona porque con una simple mirada sabes lo que piensa, lo que trama y lo que le pasa. No hace falta hablar todos los días, ni siquiera verse porque sabes que cuando necesites ese apoyo la persona estará allí. Esa persona que aguanta tu mal humor y lo convierte en bueno, donde de cada lagrima derramada planta sonrisas y las cuida para que nunca falten en tu vida. Esa relación de amor, odio.  Porque las amistades hay que cuidarlas como si se tratara del tesoro más delicado, pero tienes que estar seguro si las personas que hay a tu alrededor son buenas amistades. Porque a veces tenemos compañías que creemos que son amigos pero lo único que quieren es derrotarnos.